lunes, 31 de diciembre de 2012

Na raia de 2013. Carta de intenciones

Pues sí pirandárgallos, la "raia" de 2013 está ahí, está que la tocamos, y es que los del baixo miño, o intermedio por lo menos, como buenos raianos, hacemos frontera. Bueno, no solo la hacemos, la compartimos, la amamos. ¿Nos gustan las fronteras? No necesariamente. No al menos en el sentido estricto de la palabra, o por lo menos, no en el sentido clásico de la palabra, pero sí en algunas cosas que llevan aparejadas, indivisiblemente. Y es que las fronteras son esas márgenes difusas, amplias que separan, pero a la vez unen, y es que todo lo fronterizo se roza, está en contacto siempre.

Claro, esto es como el que ve el vaso medio vacío o medio lleno. Inventemos pues una nueva acepción de frontera: Línea de arrejuntamiento entre dos entidades, línea de contacto, de roce, de cariño, de vida. Línea donde una vez puesto, desde aquí se ve allá y desde allá se ve aquí. Línea imaginaria y por tanto, como todo imaginario, esta solamente existe dentro de cada uno, dentro de cada ser, y además en distintos grados y acepciones, según sea la personalidad. Vamos, lo que se dice una frontera.

Podríamos concluir que la frontera, sí, es un ente imaginario de roce y de cariño, dejada de la mano de Dios al entendimiento o razón de cada cual, donde puestos y mirando hacia el lado correcto y con buen ojo, desde aquí se ve allá y desde allá, aquí.

Ya veis, para los pirandárgallos de la vida (nosotros) las fronteras son un organismo exótico, un pretexto si cabe para viajar, pues viajar es el acto de traspasar fronteras, de visitar allá y moverse de aquí, de hablar con sus habitantes, de mezclarse entre ellos y hacerlos comprender en el sentido de la frontera, que quizás hayan olvidado por vagancia o dejadez.

¿Cómo sino podríamos descrubrir acaso los lugares comunes? Pues es tarea dificil sin traspasar fronteras.

Y es que los habitantes, los raianos, los fronterizos, son por definición, aquellos que más tienden a olvidar lo que es la frontera, por poco uso que se le da. Pues, y esta es otra acepción de frontera, esta cobra más entendimiento, que no razón, cuanto más lejana se percibe.

Vereis, había un rey, un rey antiguo, no un rey de los de ahora, que cruzan enseguida las fronteras, sobre todo la de Bostwana. Pues decía, que había un rey, que todas las mañanas, nada más levantarse, mandaba dibujar en un plano gastado, a su consejero de asuntos exteriores, las fronteras del reino. Decía que era para tener presente hasta donde llegaba su magnífico y glorioso imperio. El consejero, metículoso y disciplinado, dibujaba con tinta roja un grueso trazo que distaba muchas millas de un punto negro que simbolizaba el palacio real, conformando una línea retorcida y osada con la geografía. Sin duda ese rey era el ciudadano del imperio que más presente tenía las fronteras, pues las visualizaba todos los días dibujadas en un papel. 

Nada más que eso, una línea roja pintada en un papel, cuan efímera y futil era la frontera, que él creía tan poderosa.

De fronteras va la cosa, y ahora que estamos en la de 2013, pues nada, indicar que tal frontera es del subcosciente y que no existe física separación. Se trata de un arrejuntamiento y de un no parar. Y como esto es O Pirandárgallo, el 2013 será también un no parar de entradas (eso espero con vuestra ayuda) de comics, de libros, de viajes, de amor, de la vida, de juegos de mesa y de jazz, mucho, mucho jazz.

Así que, como os conozco impacientes, aquí van algunos adelantos, de esta, mi humilde editorial:

La película de amor definitiva. Viviendo en la Paz Porfiriana. Los años Oscuros. El amante de las librerías. Una más por favor. Desde Adén y Harar te escribo. Como construir un castillo a un rey francés (manda huevos hasta donde hemos llegado). La guerra santa (mujahidines y puritanos). 1989 cuanto juego das! El chico de la trompeta torcida. Harvey Pekar, pero que grande eres! Cançao de amor desde uma suite na floresta do Amazonas, y demás babelia que nos encontremos.



P.D: Quizás también logre desvelar porqué O Pirandargallo.

Feliz 2013. Paz, amor, trabajo, comics, juegos y jazz.


Vuestro

viernes, 14 de diciembre de 2012

En los olivaritos, niña te espero...

Otra vez, niña, en los olivares me encontrarás, subiendo por la vereda que huele a hierbabuena y a romero, que huele a tomate, a tomillo, a hierba, y azahar...


Baena. D.O. con mucho arte, mucho!

Otra vez porque me regalo, otra vez, con un peaso zumo de aceituna. Zumito pero con mayúsculas oye. Que del buen yantar y del buen beber nunca se termina de aprender y mucho hay que practicar.

Traigo pues a la mesa, a esta humilde mesa de Pirandárgallo, el Aceite de oliva Virgen Extra Ecológico del Cortijo de Suerte Alta. Que tan graciosa mora en Albendín (Baena). Una D.O. de las mejores. Y esta vez os traigo tan fino caldo pero en su versión extra, supra, pijolis, o como le querais llamar. Y os la recomiendo porque es pura ambrosía.



Se trata de un COUPAGE NATURAL que reza:

Aceite complejo obtenido del olivar tradicional, plantado en 1924 (toma geroma), con Picudos, Picuales y Hojiblancos. El Picudo da la entrada dulce y aromas a hoja y alloza. El Hojiblanco, el picante y los aromas a hierba y el Picual su amargor suave y notas de tomate e higuera.



Se sirve en botella cuasi negra, bien por el tema de la oxidación respecto de la luz. Se trata de una curiosa botella, como si fuese tallada por un cantero, presenta unas prismáticas caderas, y un porte alto, como si de una piedra preciosa se tratara, hermana de su gemela violeta, ya presentada aquí y que contiene el Picual en Envero (que rico que está). Y además surtidor de botella! que permite peinar un fino hilo de oro que cae sobre el objetivo en cuestión.

Y que objetivo. Pues mira, nada mejor que una rebanada de pan de Cea o de Santa Cruz de Arrabaldo, que tampoco es manco, que tostado lentamente sobre brasa de fuego de vid, hasta alcanzar tersura, y nada más. Pues a este, ya no le echamos sal del himalaya, ni maldon, ni de las salinas de ibiza... Nada. Que este materia prima, esta venida así de la tierra, de la pacha mama, y por tanto bueno es.

Si me voy, que sea con este aceite en el zurrón, en la mochila, que diría el gran Labordeta, a recorrer esa Andalucía, de Chiclana a Vera. Si me voy, me voy por bulerías:



Niña! Vente conmigo a la playa de Barbate, a la cala del Moro, a la arena de Monsul o de los Genoveses, vente a la Calle Betis, baja la Sierra Morena y vente hasta Albendín. A probar un producto que se dice, viene de un arbol, viene de la tierra, del aire y con finas notas de mar,  el hilo dorado, niña, con el que tejía y destejía Penélope.



domingo, 9 de diciembre de 2012

Un disco azul, muy azul...

Hoy volvemos con el Programa de Dj PI para la cultura musical y el espíritu. Hoy nos encontramos, nos re-encontramos mejor dicho, con el lado más country, folk, blues y jazzistico de Norah Jones. Y es que el disco Featuring, lejos de ser un sinsentido típico de los discos de colaboraciones, un utensilio de rescate frente a tiempos de baja creatividad, un escape de las multinacionales ante su escasez de propuestas y el enésimo intento por hacer caja. Es un discazo!



Un auténtico y puro disco donde, amén de que las piezas son realmente buenas, se descubre toda la magia y la pureza de las colaboraciones, de los featuring, como dicen los americanos, y que tan de moda han puesto, que hasta el grandísimo Raphael ha sacado su Duets llamado "50 años después" (y quien no?)




El disco, editado por Blue Note, la marca del jazz, la marca azul, se nos presenta en un formato de doble vinilo, con su buen gramaje (no sabría decir si se trata de un 180, pero son discos sólidos). Con sus bonitas canciones. Composiciones tomadas por Norah Jones y acompañadas de grandes artistas del panorama internacional, y que rezan con su filosofía, para que vamos a negarlo.




Entre ellos el señor M. Ward (algún día os hablaré de la nueva perla del folk made in USA). Ambos nos regalan con un precioso dueto de la Blue Bayou, esa bahía azul, azul, que cantó Roy Orbison. ¿Se referiría al mismo azul que vió Vere Stackpoole, relatado luego por H. Pratt en su Corto maltés, el mismo azul de aquel lago de la Polinesia que tanto hizo amar al Veneciano los mares del Sur? Quizás sí, quizás si se referiría, y a decir verdad, quizás aquellos dos niños perdidos en la inmensidad de aquel continente de ultramar, plagado de atolones, playas desiertas y bahías azules, quizás esos dos niños, digo, sean esta Norah y este Mathew.




Esta versión se incluye y cierra un disco redondo, un disco atípico, porque aún estando plagado de colaboraciones (featuring se titula), lo que pareciera en un principio una merma en la calidad y subproducto, o uno de segunda fila, consigue ser un discazo!!! sí, sí, un discazo es este Featuring de Norah Jones. Recomendadísimo por OPirandargallo.




jueves, 6 de diciembre de 2012

Seguimos con ritmo, con muuuuucho ritmo. Sound-Shapes

Sound-Shapes es uno de esos títulos que hoy en día reciben el calificativo de "indie-game". Sí, un juego independiente, que no es siervo de ninguna gran compañía y por lo tanto no se pliega a sus contratos, requisitos, ataduras y cataduras morales. Digamos que el concepto indie aplicado a un videojuego, tiene ese matiz de independencia, que muchas veces, aunque no siempre, revierte en frescura, imaginación, novedad, rareza, adicción.

 


Adicción es una palabra fuerte, que aplicada a Sound-Shapes, se convierte en su razón. Y es que este video-juego, es adictivo a más no poder.

Estamos hablando de un juego clásico en su concepción, de esos a los que se refería Walter Day, Mr., en la magnífica A fistfull of quarters. Donkey Kong, reseñado ya hace unas épocas por estos lares. Sí, se refería a uno de esos juegos, donde la conexión vista-cerebro-extremidad es brutal, donde el compas, el tempo, el ritmo de la máquina en sociedad con el cuerpo humano y por extensión al pad, al tan añorado game-pad de toda la vida, es básica. Esa conexión hace que esta clase de juegos sean un entrenamiento a los reflejos, con grandes ventajas para el aparato sicomotriz, pues requiere de mucho esfuerzo, precisión, rapidez y coordinación. Es esa clase de juegos que se adapta a la perfección a un ranking, a una lista, a una clasificación.

El señor Walter Day. Se podría calificar como el Don King de los videojuegos, aquel que unió en un sólo ring (otrora Tayson y Holyfield) a Steve Wiebe y Billy Mitchell. chapó Walter, chapó!!!

Y así lo hace, porque uno de los primeros alicientes de Sound-Shapes es su lista de clasificación mundial. Donde verdaderos maestros muestran sus habilidades para conseguir el mejor tiempo. Porque, como en A fistfull of quarters, sólo los ganadores, sólo los vencedores son recordados, para la posteridad.

Sound-Shapes trata de música, de ritmo, de composiciones instrumentales, de performance de importantes del panorama alternativo. Así nos encontramo con una banda sonora (todo el juego es una preciosa banda sonora en sí) con temitas guapos guapos de Beck o de Jim Guthtrie, y otros artistas más.


El polifacético Beck aporta tres temazos al juego.

Un juego recién salido del horno de SONY para este 2012 y sus plataformas PS3 y VITA. Gran acierto, el tema de que comprando el juego, permite su descarga, por el mismo módico precio (y creedme, es módico, porque este juego moooola MAZO) te permite disfrutarlo en PS3 y en VITA, continuar tus partidas aplazadas, mediante sincronización en NUBE y mil pijadillas más.

En sound shapes, vamos a plataformear, a desplazarnos lateralmente, de un lado a otro de la pantalla, arriba o abajo, en distintos fluídos, pegados cual viscosidades a distintos materiales. Vamos a llevar a nuestro "Mario" particular, en este caso una bola, bastante sosa, pero que yo asocio con un vinilo, hasta su reproductor, para que la música no pare (bueno es una filosofía para entender el juego, aunque pudiera valer cualquier otra, aunque no tuviera porque tener una).

Es un juego que emplea su gama cromática para explicarnos, para hablarnos y hacernos comprender, todo juega, es un chute de sensaciones. Es decir, nuestro disco viscoso se pegará a todas aquellas superficies de su mismo color (uno distinto según la tonalidad de la pantalla) y morirá en contacto con lo ROJO, siempre lo ROJO. Mira que fácil no? Sencillo y funcional



Pero el gran aliciente de Sound-Shapes, el gran aliciente de esta maravilla conceptual, es su inmensa comunidad virtual, que ayuda a mantener vivo (que digo vivo) vivísimo, el juego. Y es que además del modo CAMPAÑA, tenemos el modo EDITOR, fantástico, donde podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación y crear, compartir y subir a la "nube" montones de ideas en forma de pantalla plataformera a pasar. En el modo EDITOR, jugamos con muchos matices, notas musicales sobre todo, pero con gran cantidad de objetos que emiten (hasta palabras toma geroma!) todo tipo de notas. Además está muy bien implementado y muy bien pensado porque, no te permitirán subir ninguna pantalla hasta que tú mismo no pruebes tu juego y logres terminarlo. A partir de ahí, un abanico multicolor de tiempos, fans, seguidores, se despliega con todo colorido.

Parafraseando al señor Walter-Day, con alguna licencia:

"Quería ser un héroe
quería ser el centro de atención,
quería la gloria, quería la fama,
quería que las chicas bonitas me dijeran:
Hola, veo que se te da bien el Sound-Shapes"

sábado, 1 de diciembre de 2012

Serie Vértigo. Quien me iba a mí a decir.

Una historia de Prairie Rose

Vértigo es, posiblemente y a mi juicio, la línea más transgresora de DC comics. La línea más dura, menos fantasiosa, ¿más adulta quizás? Siempre he considerado que el termino adulto, huelga en el mundo del cómic. Por supuesto que no es para niños, pero, ¿qué comic hoy en día lo es? Y huelga, porque nos encontramos en un mundo sin ataduras, sin complejos tontos, ¿lo adulto es bueno o malo?¿sabemos a día de hoy lo que está arriba o abajo? Me parece que a veces lo decimos de manera alegre, pues este mundo ya no es el de hace 20, ni incluso 10 años, este es otro mundo, y siempre se dijo, que hay que vivir con los tiempos, si acaso, y si tienes tiempo, puedes mirar un poco, de refilón, hacia lo que te va a venir.

Y vaya parrafada moral no? Pues que mejor introducción para la serie Vértigo. Una puerta abiera a un mundo sin parangón, donde tienen cabida las más extrañas y antagónicas series de comic, y sin embargo, a fuerza de ser distintas, como se nota que tienen una cosa en común (el buen gusto aparte). Su característica primordial, la vanguardia.

Si bien puede tomarse como un buen paseo hacia la madurez, y una vitamina para el crecimiento, en todos los sentidos, de un adolescente. La serie Vértigo nos ofrece historias maduradas largo tiempo, añejadas en las barricas cerebrales de los mejores guionistas. Unos tipos que siempre cuentan con un elenco de artistas y coloristas a su buena disposición, que logran plasmar toda la magia que hay en tan bellas escenas, jamás imaginadas.

La serie Vértigo siempre ha sido una referencia, y hoy lo continúa siendo. Y además ha marcado el camino a sellos independientes que apuestan por un cómic americano lejos de los esterotipos, lejos de las capas, de las brillantinas, de las mallas y de los calzoncillos ajustados.




SCALPED es el mejor ejemplo de la línea Vértigo actual. Un magnífico "Western" moderno aclamado por la critíca y los lectores. Una idea magníficamente guionizada. Un dibujo sin parangón, un color exquisito, un documento brillante. Puede ser considerado un buque insignia de la serie Vértigo, puede, ¿porque no?

R.M. Guera. Un magnífico dibujante y gran persona.

Escrita por Jason Aaron e ilustrada por el genial R.M.Guera, del cual ya hablamos en OPirandargallo. La historia se ambienta en la época actual, en una antigua reserva india, llamada Praire Rose, que se encuentra en Dakota del Sur. Una trama sobre negocios turbios, juego, drogas, conflictos entre bandas, infiltrados, policía federal. Un buen coctel donde pasarlo bien. Decir que también se producen en ciertos números, algunos cameos, a modo de colaboraciones en ciertas páginas de renombrados artistas (otro buen aliciente).

 El agente Dashiell Caballo Terco, se las tendrá que ver con toda clase de calaña

Para mí, partiendo de la base que se trata de un "western", aunque moderno, (podría hacerse una analogía con la película No es país para viejos), ya es una debilidad, porque soy un amante del género y de todo lo que lo rodea, ya sea en formato cine, libro, comic-book, historia, juegos, etc. y todo lo que ello conlleva. A destacar, sin duda, todo el conjunto, que se cierra perfecto como una pieza de madera sin juntas. Pero por destacar algo, decir que la historia es muy muy fluida, atrapa desde la primera hoja, y no te desenganchas hasta la última. Una gozada el dibujo de Guera y el color es de lo más acertado. Los cameos, la retórica, los saltos en el tiempo, el tema de la reserva india moderna con sus leyes y sus jurisdicciones.

Y ahora que va a salir en nuestro país el último número de la serie (un total de 10), aprovechad para engancharos como yo lo hice, y dejarse atrapar por la historia de Dashiell Caballo Terco,  el Jefe Linconl Cuervo Rojo, el agente Nitz, el sheriff T.Karnow y todo en ese gran escenario que conforma "Prairie Rose" Una gran lectura sin duda, no dejeis pasar la oportunidad.

Scalped 10. El final de la senda. Último número de tan grandiosa serie

viernes, 23 de noviembre de 2012

Un viaje triste...

De eso trata esta entrada, dedicada a una de las obras del 9º arte más aclamadas. Un viaje es un viaje, pero claro, este es bastante triste. Y es que os voy a hablar del fantástico trabajo de Joe Sacco, sobre la guerra de Bosnia Oriental. Se titula "Safe area, Gorazde.", titulado en castellano, "Gorazde, zona protegida".



Tenía muchas ganas de leer a Sacco (y de hablar de él), siempre me llamó mucho la atención ese estilo de dibujo underground, Crumbiano, lo llamaríamos. Y como muy bien se dice en el preludio (una lección de historia), Sacco se retrata a sí mismo en esta obra, como caricaturizándose, como aumentado su expresión, su nariz es desproporcionada, sus labios gordos y sus dientes casi de caballo. Pareciera que Joe se intenta adaptar al dramatismo, al estado de circo que está viviendo, a la locura del hombre contra el hombre, del hombre llevado a sus últimas consecuencias, de la política en su más negro estilo.

El relato, impactante y demoledor, crudísima realidad, muestra del genocidio y la barbarie humana, que se vivió en unos meses y años en la zona de Bosnia Oriental; el relato digo, va alternando dos estilos narrativos. 

En primer lugar, la propia crónica periodística de Sacco, viendo desde el 95, el punto de vista de los supervivientes musulmanes de Gorazde y demás refugiados, en aquella ciudad, nombrada, infamemente, por las UN (Naciones Unidas) , "zona protegida". Muestra el punto de vista de la esperanza del acuerdo de Paz y el no perdón a los que eran, hasta el inicio de la guerra, sus amigos y vecinos serbios. Muestra la alegría y la fiesta, la evasión que se produce en el ser humano, las ganas de vivir, entre tanta muerte y destrucción, muestra el hilo de esperanza, la necesidad de dejar atrás la venganza, la ira, y (aunque no olvidar) volver a vivir, al menos, vivir en paz.




El autor, Joe Sacco, imagen real y caracterizado para introducirse en uno de sus relatos.

En segundo lugar, el relato histórico de los hechos que se sucedieron desde el inicio de la guerra, el relato y los antecedentes, en capítulos a salto de mata, en capítulos muy muy crudos, muy fuertes (como el relato de "el primer ataque") contados por los propios protagonistas, por los propios bosniacos unas veces, por el propio autor otras, que nos muestran las verdaderas claves del conflicto.




Imagen del capítulo titulado: "el primer ataque". Crudísimo e impactante relato.

Un punto de vista de una parte del conflicto, del que no existe ningún otro documento (refiriéndose claro a la parte Oriental, pues todos los focos periodísticos apuntaban hacia Sarajevo) de primera mano, ni escrito, ni audio-visual, ni en cualquier otro medio. Y existe, sin embargo, en formato comic book, en un formato tan acorde, tan magnífico, que logra transmitir toda la fuerza que el relato merece. Las caras descritas en renglones se pueden imaginar, pero viendo las expresiones que plasma Sacco en una hoja en blanco, son mucho más fuertes y potentes, que cualquier descripción, por fiel que sea. Y existe, porque Sacco, fue uno de los pocos periodistas que se atrevió a convivir en ese clima de incertidumbre, que rodeaba a Gorazde y a las otras dos zonas protegidas (Zepa y Sbrenica) en aquellos días de 1995, previos a los acuerdos de Dayton (USA). Y existe porque Sacco viajó a través de la línea azul, una pequeña franja de terreno abierta en un acuerdo entre las Naciones Unidas y los Serbios, una línea azul, tantas veces violada, tantas veces insegura, en el mirar hacia otro lado (una cosa bastante común) de los gobiernos occidentales.

También, como anécdota, contar, que una vez más, un libro lleva a otro, sucediéndose una cadena particularmente bella de lectura, imaginación, conocimiento, historia. Pues gracias al capítulo donde se habla de Visegrad, y de lo que ocurre en su puente, llegué a descubrir el fantástico relato de Ivo Andric, que reseñé hace algunas semanas y que también os recomiendo, de manera encarecida.

No os puedo por más que recomendar, otra vez encarecidamente, esta lectura, lección de historia, crónica y recuerdo imperecedero de las injusticias y vildades que comete, más a menudo de lo que quisiéramos, el ser humano. Y no os lo puedo recomendar, más que encarecidamente, porque se trata de Joe Sacco, un gran cronista de nuestro tiempo, un gran juglar de la historia moderna de los conflictos armados en medio mundo. Queda dicho, chorb@s!

martes, 20 de noviembre de 2012

American Splendor, otra vez y con ritmo. (Qué grande eres Harvey Pekar 3ª parte)

American Splendor. The Soundtrack, la banda sonora de la película homónima, donde el genial Paul Giammati (Entre Copas) da vida a Harvey Pekar, es una obra de arte, el contenido y también el continente y os voy a relatar porque. 

Imagen del CD de la banda sonora. Realmente, un trabajo de arte.

Nuestro Harv, ya conocidísimo por los lectores de OPirandargallo, gracias a ambas reseñas ya publicadas (aquí y aquí), es el protagonista de esta maravillosa película, recomendadísima y que en otra ocasión comentaremos, sobre una de las mas sosas y peculiares formas de vivir, paranoias, depresiones y mucho mal humor. Así es Harvey Pekar y su forma de ver la vida. A veces peculiar, a veces realista, pero siempre muy muy interesante.

Ya sabemos que los comics de American Splendor son el vademecun del comic underground, el Santo Grial del subterraneo, de la corriente que empezó a formarse de Estados Unidos en la época de los 60, 70. El verano del amor de San Francisco, donde el bueno de Bob Crumb empezó a enseñar a la masa hippie sus gran obra, el libro del amor caníbal, también llamdo Gran Libro del Yum Yum. Sí todo eso y demás rollos.

Ahora nos encontramos en la costa Este, en Cleveland. Una ciudad bastante triste, gris y deprimente, si atendemos a las descripciones de nuestro Harv. Este archivista del servido médico de Estados Unidos. Muy propicia toda ambientación para una tarde de lectura, lluviosa, oscura, con la luz amarilla de alguna lámpara, sonando de fondo, cálidas notas del saxo de Coltrane o de la trompeta de Gillespie, en un vinilo de jazz.

Aunque ya en otra ocasión, adelanté más que reseñé, la mágnifica producción que recopila la banda sonora de la película de American Splendor. Hoy os traigo el análisis detallado de cada uno de los tracks que en ella se incluyen, y que como vereis, no tienen desperdicio.

Portada del CD.

Un bonito CD en una bonita caja. De cartón, un formato que nunca me terminó de convecer, pero que dado el arte del que estamos hablando, no le viene más al pelo. Aunque pareciese que un cd como está mandado, debe venir en caja de plástico trasparente. Es últimamente cuando me doy cuenta de que en cartón gana mucho más. Es más auténtico.

En la portada vemos a Paul Giamatti encarnando a nuestro Harvey. Y abriendo el panfleto, un magnífco dibujo sobre un CD bien vistoso, anaranjado, que nos muestra a Harv. Todo el arte es de Gary Dumm (dibujante asiduo de los comics de American Splendor). Que también realiza el precioso libro (podría ser un comic de una historia breve) donde Harvey Pekar nos relata como ve él el tema de la banda sonora para su película, y las pequeñas cerezas escogidas para tal ocasión. Una maravilla de folleto. Una pasada vamos.


Interior de la caja del CD. Imágenes de la película. Paul Giamatti y Harvey Pekar.


Ilustraciones del libreto-comic por Gary Dumm al efecto.

Para rematarla, también unas buenas ilustraciones de la película y una foto que me gusta mucho, donde se ve al viejo Harvey en camiseta, con su segunda mujer, en una de las escenas de la película donde él aparece. Ya que he de deciros que no se trata de un cameo sino de una participación en toda regla.

Pero, una vez visto el continente (precioso), centrémonos en el contenido:

1.Paniots Nine: No puede empezar mejor esta banda sonora, que con la composición de Joe Maneri, tantas veces oída a lo largo de la película. Un 9/8 entre hard-bop e improvisación pura. Pero una muy acertada y pegadiza melodía. Un estilo raro, para una soundtrack rara, pero molona.

2. Blue Devil Jump: Notas azules de piano primero y después de saxo, melodía pegadiza también y alegre. Que transiciona muy bien con el Paniots Nine de Maneri. Más Bop y del bueno.

3. Chasin' rainbows: Y llega Crumb. Si Harvey os parecía rarito, este se lleva la palma. Con sus "tunos de trajes baratos", traducción libre de "Cheap Suit Serenaders", que es como Crumb denomina a sus chicos. ¿Que se puede esperar de un tipo que sólo colecciona 78 rpm?. Bueno vale es Crumb, y el guión lo demandaba. De todas formas no está tan mal.

4. On the Sunny Side of the Street: Ah, que gozada, después del desquicio anterior, una balada, a cargo de Oscar Petterson y Lester Young. Que maravilla. Sí nena, ahora sí que estoy en al cara buena de la calle, y me da el sol, ese sol tan rico de mediodía de noviembre.

5. Oh, lady be good: Y claro, al sol, ya sabemos lo que pasa, sube la temperatura, las hormonas se alteran. Voluptuosa mujer, tacones altos, parada de bus, y claro, surge de la trompeta de Gillespie, este Lady be Good, to me!!! Ese nena, cómo me pos! que diríamos a este lado del oeste.

6. Aint' that peculiar: Me imagino ya de Cleveland, a Harlem, y Marvin Gaye cantando, en unas escaleras, de un edificio de ladrillo. Soul en estado puro. Oh sí, mueve tus caderas, nena, nada particular, nada extraño en tí, pero tan excitante...

7. Longing suite: The shortest weekend/after alice (so sweet, so sad): Y llega la primer composición de Marck Suozzo en este trabajo, intimista, corta, preludio de lo que vendrá después, y muy acorde con ciertos momentos de la película.

8. Stardust: Gillespie en estado puro, bebop a raudales, que sale por esa trompeta, y conforma una bella balada, triste y acompasada, notas de melancolía. Una de mis favoritas en el disco.

9. Hula Medley: Pero tranquilos, que llegan Crumb y sus tunos farrapeiros para arreglar este desaguisado (inonía). Y como tocan los tíos, como si no hubiese mañana. Alegres notas de banjo para este intermedio. Cojemos aire.

10. T'aint nobody's biznezz (if i do): Canción lenta, balada negra y triste, pero con un gran soul y un gran swing.

11. My favorite things: Y llega EL TEMA, con mayúsculas de este disco, el gran tema, TEMAZO, madre mía, que intrepreta Coltrane, con unas sutilezas como nadie, al saxo, sacando notas, con gran swing, con gran improvisación, elegante, blue notes por doquier, y 13:43 minutazos de goce puro y duro. Esta ópera esta casi acabada. Mis cosas favoritas, mías y de Harv. Sin duda esta es una de ellas.

12. Time passes strangely: Vuelve Mark Suozzo con otro gran tema, triste, con cadencia, tempo lento, se desgranan notas cálidas en la fría noche de Cleveland.

13. Aint' that peculiar: Cierra el disco, esta nueva versión, negrísima, de Chocolate Genius, para nada despreciable, aunque todo hay que decirlo, el tiempo de los maestros quedó dos canciones atrás.

Fin del cuento. Un agradable paseo por Cleveland, esta vez el comic se escribe sobre una melodía de jazz. Y el formato no le puede venir más al pelo, colega.



sábado, 17 de noviembre de 2012

Louis Armstrong al servicio secreto de su Graciosa Majestad

Louis Armstrong, el genio de Nueva Orleans, Satchmo, el rey del swing. Dice El Cifu de él, que fue el primero en hacer todo, y todo lo hizo bien. Y es así, el cambió la historia del jazz y de la música para siempre. Dejó su impronta en forma de swing, ese estilo de jazz de las big bands con solista que el transformó, comprimió, condensadamente, hermosamente condesado, en sus All Stars.

Dejando atrás un tiempo encorsetado, de viejas y grandiosas tradiciones afroamericanas, francesas, criollas, americanas, que afloraron, como en ningún otro sitio, en las riveras humedas y calientes de la baja Luisiana, y a través de un río llamado Missippi.

Interminable, es casi, su discografía. Particularmente, disfruto de sus homenajes a W.C. Handy y a King Oliver. De su imprimar el ritmo medio-rápido, de su swing aterciopelado, de su dominio espectacular de la trompeta, del pañuelo y del micrófono. Decían, que hasta hablando, Louis Armstrong, tenía swing.

El swing, a saber, es eso que debía tener todo jazzman desde la época de los 20 y en adelante, pues era un deshonor, marcharse a casa, después de una actuación, que terminara con la frase: Chaval, tocas muy bien, pero no tienes swing.

El swing es el ritmo, es coger las notas y modificar el tempo, a capricho, ora acelerando, ora relajando, estirando el tempo, pausa para coger brío y otra vez a empezar. Los americanos le llaman Feeling. Y ya está.




Pero hoy quiero traer, hasta este rincón (ya habrá tiempo de retomar grabaciones prodigiosas de Armstrong) el tema principal de la película del espía más famoso de todos los tiempos (recuperado en estos tiempos de 007, y ya que siempre han sido selecciones muy cuidaddas) , On her majesty's secret service (1969) Una preciosa canción de amor que repite: We have all the time in the world. Como sólo Sachmo sabe hacerlo, como solo sabe cantarle al mundo.

Disfrútenlo, We have all the time in the world





Además y dado que estamos con el tema 007, os dejo un interesante gráfico. De todo siempre se puede sacar provecho. (Como podeis ver George Lazenby no perdió el tiempo, para una película que hizo el tío)



Además he de añadir que, dado que soy jovén también, mi James Bond favorito ha sido de siempre Pierce Brosnan. Y es que me pierde, conduciendo ese tanque en la persecución de GoldenEye. Que grande eres Pierce!

domingo, 11 de noviembre de 2012

Ne me quitte pas...

No me dejes
Hay que olvidar
Todo se puede olvidar


Lo que ya se fue


Olvidar el tiempo
De los malos entendidos
Y el tiempo perdido
Para aclararlos


Olvidar esas horas
Que mataban a veces
A golpes de porqués
al corazón de la felicidad.
 

No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
 

Yo te ofreceré
perlas de lluvia
venidas de países
donde no llueve.


Yo escarbaré la tierra
Hasta después de mi muerte
Para cubrir tu cuerpo
De oro y de luz


Yo haré un reino
Donde el amor será rey
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes


Yo te inventaré
Palabras locas
Que tu comprenderás


Yo te hablaré
De esos amantes
Que han visto por dos veces
Arder sus corazones.
 

Yo te contaré
La historia de un rey
Que murió por no haber
Podido encontrarte.
 

No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes


Se ha visto a menudo
Resurgir el fuego
Del antiguo volcán
Que se creía demasiado viejo.


Existen tierras quemadas
Que dan más trigo
que un mejor abril
Y cuando viene la noche
para que un cielo arda
El rojo y el negro
¿Acaso no se unen?
 



No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
no me dejes
 

No voy a llorar
No voy a hablar
Yo me ocultaré
Para mirarte
bailar y sonreír
Y escucharte
cantar y después reír


Déjame volverme
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes





Jaques Brel, el Crooner incomparable, a la altura de Pucho Boedo, de Frank Sinatra. Escribió un canto al amor universal, un grito desesperado, una interpretación maravillosamente, milimétricamente, delicada.

Por eso merece un lugar destacado en la sección de las recomendaciones musicales de O Pirandargallo, aunque sólo sea una canción, es un viaje, plagado de verdes praderas y cielos borrascosos, con luces amarillas y rojas de los coches al pasar, al atardecer de una tarde de Otoño caliente y húmeda. Un viaje, caliente y húmedo a París, al Olympia, al escenario donde sentó cátedra Jaques Brel.

Aquí. Ne me quitte pas, su interpretación, como sólo lo hace un Crooner.

Y cuando viene la noche
para que un cielo arda
El rojo y el negro
¿Acaso no se unen?

sábado, 3 de noviembre de 2012

Un paseo por Buenos Aires... (caminito)

Caminito que el tiempo ha borrado,
que juntos un día nos viste pasar,
he venido por última vez,
he venido a contarte mi mal.


Caminito que entonces estabas
bordado de trébol y juncos en flor,
una sombra ya pronto serás,
una sombra lo mismo que yo.


Un paseo por Buenos Aires, por el Gran Buenos Aires, por la Avenida General Paz, por la calle Corrientes, por River Plate, por General Belgrano. En fin, por la ciudad porteña, el París de América, que baña la desembocadura del río de la plata.



Porque es precisamente eso lo que nos propone El Eternatua, el clásico de los clásicos argentinos, la historieta por excelencia. El cómic, serializado, que parieron H.G.Oesterheld (tristemente desaparecido durante la dictadura militar) y F.Solano López, para generaciones y generaciones de argentinos, que entre crisis, guerras, dictaduras y corralitos, crecieron alimentando su imaginación con un buen pedazo de papel.


La historia nos introduce en una noche en una barriada del Gran Buenos Aires. En el momento que unos amigos juegan a las cartas, ya a altas horas de la noche, en un abuhardillado que tiene uno de ellos y donde pasan horas y horas dedicandose a sus aficiones y hobbies.
Ya es raro que nieve en Buenos Aires, no deja de ser un hecho extraordinario, pero mucho más extraordinario es cuando tan misteriosa nevada arrasa con todo ser viviente allá donde se posa, allá donde se deja caer.

El escenario inicial no puede ser más dantesco, más desolador, más intrigante. ¿De donde ha salido tan misteriosa nevada de repente? ¿Que harán nuestros amigos ante esta situación inesperada, súbita?

Eso nos cuenta El Eternauta, las aventuras y desventuras de ese grupo de amigos, inmersos en una desgracia de magnitudes colosales. Y nos lo muestra por las calles de Buenos Aires, por las Avenidas más conocidas. Desde el ferrocarril de Belgrano al estadio del Monumental de River.

Una gran aventura con trasfondo social, político. Pues años después de ser escrita, su autor H.G. Oesterheld fué uno de los 30.000 desaparecidos de la dictadura de Videla.

Y es que este peazo cómic, quizás, comentado por algunos, sea un grito desolador, de denuncia, ante hechos y magnicidios cómo los que miles de argentinos tuvieron que pasar, a lo largo del siglo XX.
 

El estadio Monumental del Club Atlético River Plate. Escenario principal de uno de los pasajes de esta tremenda aventura.

Se trata por lo tanto de un viaje, con su banda sonora incluida, al París de América. Porque tan argentino como Carlitos Gardel, tanto que en unas viñetas, en el silencio provocado por la soledad y muerte que sacude a la ciudad del Plata. Se escuchan voces, ¡Alguien vive allí!, en aquella casa moderna, se ve una luz y ruidos de cristales, alguien no puede más, y tira un magnetofón (antes de morir) en el que curiosa, con sorna, con poesía desmedida, aquella que sólo se puede encontrar en una obra de este nivel; pues suena ese Caminito, con el que iniciamos esta entrada, ese Caminito, que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos viste pasar...

domingo, 28 de octubre de 2012

Un puente sobre el Drina

..."Sin duda os habrán llegado rumores sobre mí y sé que esos rumores no pueden ser ni hermosos ni agradables. Probablemente habéis oído decir que exijo a todos trabajo y obediencia y que no dudo en castigar y matar a quienes no trabajan como es preciso y a quienes no obedecen sin réplica, y que ignoro lo que quiere decir "no podemos" o "no hay"; también habreis oído decir que a mi lado se puede perder la cabeza por una palabra insignificante y que, en definitiva, soy un hombre sanguinario y malvado. He de deciros que esos rumores no son ni imaginarios ni exagerados. Ciertamente bajo mi tilo no hay sombra. He adquirido mi reputación merced a un servicio de largos años ejecutando fielmente las órdenes del gran visir. Si Dios quiere cuento con poder llevar a buen término el trabajo para el que he sido enviado y , cuando, una vez concluido, me marche de aquí, espero que me precederán unos rumores más negros y peores que los que hasta vosotros han llegado."

Abidaga era el jefe de obras de aquel puente. De aquella obra de arte que se había mandado construir por parte del Gran Visir.

 


Existe un lugar como ningún otro. Un sitio, una encrucijada, un paso, camino y puente, pueblo y población. Existe un lugar de paso y a la vez de acomodo, entre Oriente y Occidente. Existe un lugar llamado Visegrad.

Y en Visegrad, población de Bosnia Oriental, existe un puente. Un puente, también, como ningún otro. Un puente que, a fuerza de ser osados, podríamos comparar, con lo que es el puente de Alcántara, apogeo y obra del Imperio Romano, con todo lo que ello conlleva, significa, posee, con aquel de Visegrad, culmen del Imperio Otomano, de capital Estambul.

El puente de Alcántara, maravilla, obra cumbre y objeto de admiración y estudio en ingeniería.

Existe este, sobre las augas de un río, caudaloso y verde, que baja serpenteando, por los montes de Bosnia, hasta el Adriático. Un río testigo de muchas desgracias, avenidas, luchas, pasiones, al igual que el puente. Compañero y parte, pues sin el uno no existiría el otro, y sin el otro no tendría sentido el uno. Este el el río Drina.

El puente (direis como se llama) es conocido por el nombre del mecenas, no se puede llamar de otra manera y luego comprendereis porqué, que lo soñó, que lo pensó a muchos días de distancia, que lo mandó construir en ese y no en otro punto, que nunca llegó a ver. Es el puente de Mehmed-paša Sokolović, el gran visir en cuyo gobierno floreció el más alto apogeo de aquel temido Imperio Otomano, dominante de los mares bajos del Mediterráneo.

El puente, magníficamente tallado, obra de arte y paso, servicio y maravilla, cuadro esplendoroso, es el hilo conductor del libro que hoy, os recomiendo (mañana de domingo, mañana de lectura, parque, sol, esparcimiento, tranquilidad).

El libro de título "Un puente sobre el Drina", es obra de Ivo Andric (Premio Nobel Yugolavo), uno de los más grandes cuentistas del siglo XX. Nos muestra, claramente, su amor por su tierra natal, y nos relata las vicisitudes de aquellas tierras lejanas en la mente, muy cercanas geográficamente, olvidadas y misteriosas, con su cultura, su gente y su multiétnica historia. Bosniacos, Servios, Judios, Musulmanes, Cristianos, Visegradenses al fin y al cabo.

 El nobel yugoslavo Ivo Andric, con el famoso puente que cruza el Drina, al fondo.

Nos dice que en Visegrad, antiguamente, desde tiempos remotos. había una barca que cruzaba el río, conocida como la Barca de Visegrad, que funcionaba a capricho de su barquero, un hombre llamado Yamak, pues en días de crecida, o cuando el invierno mostraba su cara más cruda sobre aquellas tierras orientales, este, cual ermitaño, subía a la montaña para pasar los días, las horas, que le compensaran banjar.

Nos cuenta al comienzo, y se explaya, con todo lujo de detalles, cómo y porque se construye el puente, en que condiciones. Nos dice que un joven niño Cristiano de Sokolovich, un caserío cerca de Visegrad, es llevado a muy corta edad, secuestrado, como tantos otros niños, por orden del imperio, a la corte en Estambul. Este niño en su crecimiento, se convierte en el Gran Visir Mehmed Pacha Sokolovich, el cual manda construir tan graciosa obra, sobre aquel paso en barca que tanto recordaba, oscuramente, en su memoria. El frío, la niebla baja, el cariz del momento, abandonando su hogar, su tierra, los montes bosniacos, donde había pasado sus primeros 9 años de vida, para no volverlos a ver más.

El puente, es una obra de arte compuesto por once arcos ojivales perfectamente tallados, que dejan pasar a través de sí, las verdes aguas del Drina. Muestra en su punto central, donde es más ancho que en el resto, dos terrazas, construidas a ambos lados, pareciese un capricho, pero sin duda es la obra de un ingeniero. A un lado, en una terraza con una inscripción en árabe, magníficamente tallada, se encuentra la Kapia, para todo aquel que la quiera admirar. Y enfrente mismo de esa Kapia, está el Sofá, donde los antiguos del lugar, cuentan, se sientan en las largas tardes de estío a fumar su tabaco y a contarse historias de otras épocas, ya pasadas.

Y muchas historias más. Cuentos de la Yugoslavia, de todos los tipos, de todos los carices, que ayudan a comprender un poco, como se ha ido construyendo la historia de aquellos lugares, el caldo de cultivo que desembocó en los conflictos de los 90, y que tan bien plasma Joe Saco en su libro Goradze: Zona Protegida (pero eso, es ya otra historia)

Un libro de cuentos, un libro de vidas. Una delicia de lectura, y un paseo por las colinas, las montañas, los caseríos, las riberas y los ríos verdes, siempre verdes de Bosnia Oriental.

domingo, 14 de octubre de 2012

Un hotel en Kreuzberg. El Johann.

Berlín, siempre Berlín.

Esta es la historia de un pequeño hotel, acogedor y romántico, limpio y recatado, en el corazón del Kreuzberg berlinés.





Esta es la historia de un bloque, de un objeto y de una construcción, de un todo con pequeñas partes, de pequeñas partes que conforman un todo. Habitación y lugar, patio, esparcimiento, tranquilidad, romanticismo, boutique de experiencias.

Es la historia de un hotel: El Johann

Cuando decidimos, ya hace más un año, ir a Berlín, buscamos por internet, en tripadvisor principalmente, un hotel agradable, cómodo, con desayuno, a poder ser típico berlinés y asequible al bolsillo. No queríamos un típico hotel occidentalizado para turistas, sin alma, con recepciones inmensas, y trato frío. Buscábamos un tipo de hotel boutique, donde el trato al cliente fuera bueno, personal, con habitaciones luminosas y modernamente decorado, en un barrio tranquilo, y con buenas comunicaciones.

Sabiendo que Berlín es una urbe con una extensión inmensa, pero con un sistema de transporte puntero, y con un metro fantástico, no nos preocupó demasiado una localización alejada de los principales atractivos turísticos, o por lo menos esos que se dan a conocer como tal y que simplemente se tratan de vanalidades adornadas con celofan para turistas aviesos de cámaras de video, con gorra de ferrari, y que compran todos los tickets posibles para el tourist-bus-sky-view.

Primeras impresiones:

Llegamos en una fría mañana del 13 de Octubre, pero resplandeciente de sol y con un cielo azul, muy azul.




El paseo que se despliega, desde la boca de metro más cercana hasta la calle del Hotel, no puede ser más placentero. Por calles berlinesas, entre árboles, finamente adoquinadas, con apenas tráfico. Al lado de tiendas de reparación de bicicletas, muchas bicicletas. Berlín está lleno de bicicletas.

La ubicación:

Se trata de un hotel en el Berlín Oeste. Delante de un parque, que a veces parece un frondoso bosque, donde hay varios restaurantes. En el barrio multicultural de Kreuzberg. Y casi al lado del landerwallkanal, un precioso canal procedente del Spree, que discurre por el corazón del barrio, a veces como antigua frontera entre los dos berlines, abriendo suaves terrazas de jardines y paseos, de albero que se marca en el fino verde, a su alrededor.




Kreuzberg es un bonito barrio, antiguamente en el exterior de Berlín Oeste, un poco marginado, un poco apartado, fué creciendo en él una incipiente comunidad turca, proveniente de la Anatolia, en su mayoría campesinos, pobres y que poco o nada dejaban atrás. Es por ello que a diferencia de otros emigrantes de la Europa Occidental (recordemos aquí la famosísima Vente pa' Alemania Pepe) que regresaron al cabo de unos años, estos turcos permanecieron en la ya su nueva tierra, habiendo hoy en día turcos de 1ª, 2ª, 3ª e incluso 4ª generación, ya totalmente alemanes de pro, por supuesto.

El barrio, después de la caída del muro de Berlín y de la unificación de las dos alemanias, quedó encuadrado en el centro del Berlín moderno. Así que se trata de una excelente elección para visitar todo aquello que bien merece la pena de Belín, y que está bastante desperdigado.

Además, al tratarse de un barrio multicultural, existe una gran vida, comercios y restaurantes alternativos. Encarecidamente, no puedo por más que recomendar el restaurante italiano por antonomasia. Il Casolare. Cocina italina de verdad, atendido por personal italiano. Sin duda, uno de los rincones más auténticos de este barrio.
 

Kreuzberg, está plagado de tiendas, de librerías, de cafés, de imbiss, de encurtidos, de Kebaps. Todas las semanas se desarrolla un coqueto mercadillo turco, preciosista, que se pliega a lo largo del landerwallkanal. Donde la vida y la alegría bullen por doquier.
 

El hotel:



El hotel es un edificio, antiguo bloque de viviendas, rehabilitado, con un coqueto jardín o patio trasero, patio de manzana, empedrado y adornado de flores y plantas, donde, adivino que en las mañanas de verano, el desayuno no puede ser más placentero. Es un típico Zimmer Centro Europeo.

Se trata de un edificio de color naranja, rectangular, con 4 pisos de altura, que sigue la línea de medianera de toda la calle, lo cual da una sensación de orden al conjunto a pesar de su anaranjado llamativo, con una enorme J en su fachada, un toque moderno, un toque artístico, un toque desenfadado, como es Kreuzberg.





La entrada habitual se hace a través de unas escaleras que terminan en un porche, iluminado por la noche, que da paso a la puerta principal que accede a la recepción del hotel. 

Recepción entarimada de madera, acogedora, funcional. Al fondo dos pasillos y una escalera, espina dorsal del edificio. 

Un pasillo lleva al comedor. Recofortantes desayunos, con especialidades bávaras y de la cocina europea, leche, café, huevos, todo recién hecho. Mucho fiambre, muchos quesos.


El otro pasillo, corto, conduce al ascensor que tomamos para cualquiera de los pisos.


Las escaleras conducen al patio trasero, un espacio de relax. Quizás, aunque muy distante de Venecia, fuese, a los ojos del marino más famoso de La Valleta, otro patio del Arcano, llamado Secreto.


Las habitaciones, son amplias, acogedoras,muy correctas. El baño, con suelo radiante, se agradece en la estancia y además un balcón precioso en el cual contemplar toda la calle y su tranquilidad.

Mucha, mucha tranquilidad.

La calefacción de maravilla, la iluminación, las camas al estilo centroeuropeo, todo en su conjunto acogedor y bonito.

El personal, es algo, muy a tener en cuenta, siempre serviciales, siempre con una sonrisa, jóvenes y dinámicos, como es este hotel.

Sin duda el Johann, es el Johann. No hay otro.




Recordad, Berlín, siempre oculta más de lo que muestra. Invita al viajero (no turista) a descubrir por si mismo el encanto de la ciudad, y que será diferente, dependiendo de quien hable de Berlín. Otro Berlín o el mismo, no lo podríamos asegurar, departiendo con interlocutores diferentes.