Pues las palabras bien escritas son un plato delicioso que se degustan como el mejor de los manjares. En ellas reside la semilla de toda la imaginación del ser humano. La puerta al lugar de la metavida, de la supravida, de aquella que indiviblemente desarrollamos en nuestros cerebros (como lugar físico), pero que puede alojarse muy lejos. Quizás sean los lugares comunes de los que tanto hablamos. Quizás...
¿No es acaso maravilloso todo ese mundo interior que nos pertenece y que vamos conformando a lo largo de los años?
Yo en 2013, os he ofrecido ciertas pautas para que podais llegar al pueblo que me he estado construyendo a lo largo del tiempo y del espacio. Para que entendais un poquillo, y degusteis también, todo lo que le gusta a los pirandárgallos de pro. Que si bien puedo decir, y aunque la palabra tenía un significado diferente, entre todos la hemos acuñado como nuestra, como los que se reunen en torno a estas páginas. Los que comparten los gustos que aquí se representa o que simplemente pasean por los párrafos y las fotografías.
Y me siento orgulloso de haber hecho un pueblecito para vosotros, un hogar donde podais descansar cuando os apetezca. Nadie te ha dicho que construyas Lanzarote, Ourense, Oporto, Hyde Park, El barrio de Santa Cruz, Rivendel... Pero están ahí y cada uno puede disfrutar de ellos ¿no?
Esta es vuestra casa, vuestro pueblo, como en Animal Crossing, las estaciones pasan, los visitantes cambian, se construyen nuevas entradas, y las palabras adornan tan menuda epifanía.
Nos vemos en 2014 paseando por aquí, hablando de las fronteras, de los lugares comunes, de los viajes y de los caminos.
Os quiero pirandárgallos de la vida!
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